Su Dinero
Actualidad Número 151 / Domingo 20 de diciembre de 1998

Consumo

¿Por qué la Gasolina Baja tan Poco?
Las razones por las que el derrumbe del precio del petróleo apenas alegra el bolsillo de los consumidores


Por Antón Lázaro

El petróleo está más barato que en 1972. Ni el ataque estadounidense a Irak, uno de los países suministradores de este combustible, ha logrado elevar notablemente su precio (ver despiece adjunto). Pero los consumidores españoles apenas lo notan cuando llenan de carburante el tanque del vehículo.

Hace menos de dos semanas, casi todas las estaciones de servicio rebajaron sus gasolinas entre una y tres pesetas por litro. Esta cantidad, en opinión de las organizaciones de consumidores, resulta irrelevante en comparación con el derrumbe del precio del barril. Hay varias razones que justifican que el ajuste de la gasolina sea tan discreto y entre todas ellas destaca el tremendo abismo fiscal que existe entre el barril y el surtidor.

La culpa es del Fisco.

En España, el 68,4% del valor de la venta de la gasolina corresponde a impuestos, entre Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) y tributos especiales. Esto quiere decir que un litro de gasolina libre del fisco e intermediarios sólo costaría 35 pesetas. &laqno;Cuando suben o bajan los combustibles, el porcentaje de variación sólo afecta a estas 35 pesetas y no a las 120 pesetas del total», explica un portavoz de Cepsa.

Pero hay datos que tiran por tierra estos argumentos: en términos reales (una vez descontada la inflación), el precio del barril ahora es inferior al de hace 27 años.

Además de los motivos fiscales, también influyen otros factores que moderan el precio final de la gasolina:

Encarecer, más fácil.

Con las anteriores cuentas se explica, por ejemplo, que las rebajas del crudo afecten de forma tan tímida a los bolsillos de los ciudadanos. Pero otra cosa muy distinta sucede cuando la operación provoca una subida del precio del petróleo. &laqno;Entonces este coste se traslada rápidamente en perjuicio del automovilista», denuncian fuentes del área de Energía de la Unión de Consumidores de España (UCE). En Austria, por ejemplo, diferentes colectivos han desatado sus protestas contra las compañías petroleras por no permitir a los consumidores que se beneficien de la caída en la cotización del crudo.

No obstante, en España, durante los últimos tres meses, los precios de las gasolinas han retrocedido un 10% y la tendencia todavía no ha tocado fondo. Así lo asegura el ministro de Industria y Energía, Josep Piqué, quien adelantó esta semana que la gasolina en España continuará bajando por la caída de los precios del petróleo.

¿Quién se beneficia?

Los responsables de la política económica ajustan estos días sus cuentas y se felicitan por una caída del precio del crudo que generará un ahorro próximo de 200.000 millones de pesetas en España. Si en septiembre de 1997, un barril de crudo (159 litros) costaba 2.663 pesetas, ahora se puede adquirir por 1.762 pesetas.

A esto hay que añadir que España compra al exterior el 99,7% de los hidrocarburos que consume y que todas las operaciones se satisfacen con dólares, moneda cuyos vaivenes influyen de forma relevante en el saldo final.

Durante los ocho primeros meses del año, España ha destinado 894.000 millones de pesetas, una cantidad inferior en 130.000 pesetas a la desembolsada en el mismo período de 1997, según datos del Departamento de Aduanas de la Agencia Tributaria.

Los cálculos resultan más favorables cuando se tiene en cuenta que la actividad económica y por tanto el consumo energético, se han incrementado el 4% durante los últimos meses. Según estimaciones del Ministerio de Economía, el consumo de productos derivados del petróleo ha aumentado el 9,1% entre los meses de enero y septiembre, en relación con idéntico período de tiempo de 1997. En total, durante los tres primeros trimestres del año, los españoles han consumido 45 millones de toneladas de productos petrolíferos, de los que cerca de 15 millones corresponden a combustibles para la automoción.

Previsiones.

Las reacciones internacionales ante la caída del precio del petróleo son opuestas. Con los niveles más bajos de las últimas décadas, el recurso energético maltrata a los que venden y favorece a los que compran: unos no saben cómo frenar tan alarmante sangría de pérdidas y otros lo celebran como si se tratara de un regalo.

Las reservas mundiales, además, están a prueba de pesimistas: si en 1977 rondaban los 653.000 millones de barriles, hoy en día superan con creces el billón de barriles.

Sí, lejos de la inquietud planteada en la crisis de los 70, hoy en día el suministro está garantizado. A pesar de que se consume cada día una media de 75,7 millones de barriles en todo el mundo, según los cálculos más recientes de la Agencia Internacional de Energía. Pero diversos analistas coinciden en señalar que el precio del petróleo todavía no ha tocado fondo.

En opinión de los analistas de la empresa PVM, especializada en el análisis de mercado del crudo, el valor del petróleo Brent (que se extrae en el Mar del Norte) puede bajar de nuevo el barril antes de la festividad de Navidad, justo la mitad de la cotización media de 1997, si la crisis en Oriente Medio no lo impide.

Otro estudio, realizado por Arthur Andersen, señala que los precios subirán a lo largo del próximo año hasta los 16 dólares por cada barril. En el 2003, la misma tarifa rondará los 19 dólares con un incremento medio anual del 4,4%.


El Petróleo, Estable

El &laqno;intenso y sostenido» ataque contra Irak ordenado por el presidente norteamericano, Bill Clinton, ha tenido un escaso impacto sobre la cotización del petróleo. Tras el repunte inicial registrado el miércoles, el precio del barril de crudo volvió a cotizar por debajo de los 11 dólares el jueves, como consecuencia de la atonía de la oferta y el exceso de demanda.

Buena parte de los expertos coinciden en señalar que la 'Operación Zorro del Desierto' no afectará sensiblemente a la cotización del crudo, siempre que Irak no responda a la agresión atacando otros objetivos en la región, como las instalaciones petrolíferas de Irán.

Esta semana, además, los ministros de energía de Arabia Saudí, México y Venezuela se han comprometido a reducir su producción para presionar al alza los precios.


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