Salud y Medicina

261
jueves, 18 de septiembre de 1997

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EXTASIS LIQUIDO

Un trago que puede ser mortal
El éxtasis líquido (GHB), una droga peligrosa que llegó a España hace dos años, tiene efectod impredecibles en el cuerpo humano y algunos de eelos pueden ser de gravedad extrema

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MYRIAM LOPEZ BLANCO y PATRICIA MATEY

En los 70 fueron las discotecas. En los 90, lo que se lleva son las rave, literalmente, fiestas de moda. Algunas de ellas empiezan por la mañana para acabar dos o tres días más tarde, ininterrumpidamente. La música techno es el nuevo ritmo, un sonido que ha generado una nueva cultura en la cual incluso la forma de vestir (el club wear) se ha convertido en un interesante distintivo.

Pero, a pesar de las advertencias de muchos de los líderes de este nuevo movimiento, parece que a algunas personas no les basta la música para mantener la excitación y recurren a ciertas sustancias para resistir lo que dure la fiesta. El GHB (gamma-hidroxibutirato), bautizado como éxtasis líquido, es el último producto que ha salido a escena.

Es un líquido incoloro, inodoro y con un cierto sabor salado, que a veces puede llegar a provocar la muerte. La sustancia acaba de aparecer en los medios de comunicación españoles, a raíz de la incautación -por primera vez en nuestro país- de cerca de dos litros de GHB, en Madrid. Sin embargo, el Instituto Nacional de Toxicología tiene constancia de consumos de GHB en España desde hace más de dos años. En Gran Bretaña y en EEUU hace ya varios años que está causando estragos. La CNN emitió hace un par de meses un reportaje sobrecogedor sobre algunos de los jóvenes que habían ingerido la nueva droga. Las consecuencias fueron devastadoras. Varios de estos consumidores entraron en coma permanente. Otros, murieron. "Lo único que recuerdo es que me desperté en un hospital con tubos por todas partes y no podía hablar", dijo Andy DuBois, uno de los jóvenes hospitalizados como consecuencia de la ingestión de GHB.

Lorenzo Paz Gonzalo, presidente de la Asociación Vasco-Navarra de Anestesia y Dolor, no acaba de creerse que el gamma-hidroxibutirato (GHB) haya pasado a convertirse en una nueva droga. "Me parece algo terrorífico. No sólo atenta contra la salud, sino que claramente puede ser mortal".

Sin embargo, aunque las consecuencias del consumo de GHB están llegando a ser devastadoras, la historia de esta sustancia empezó siendo de lo más inocente. "Hace 15 años que yo utilizaba el GHB en Alemania como anestésico para los pacientes que estaban en unidades de cuidados intensivos. Pero se dejó de utilizar porque provocaba alucinaciones en los pacientes durante su despertar. Está claro que crea estados confusionales".

El GHB es una sustancia que se encuentra de forma natural en cada una de las células del cuerpo humano, aunque en unas zonas es más abundante que en otras. En el cerebro, las mayores cantidades se encuentran en el hipotálamo y en los ganglios basales. También existen mayores concentraciones en el riñón, corazón, músculo esquelético y tejido adiposo marrón.

Se cree que el GHB es un neurotransmisor, pero no está del todo claro porque no cumple todos los requisitos para considerarlo como tal. Lo que sí está demostrado es que es el precursor de un neurotransmisor: el GABA, o ácido gamma-aminobutírico, con quien tiene bastantes cosas en común.

Cuando se estudiaron las semejanzas y diferencias entre estas dos sustancias fue cuando empezó la verdadera historia del éxtasis líquido.

La historia del GHB

Hace 30 años, un investigador francés sintetizó, por primera vez, en su laboratorio el GHB. Con ello, H. Laborit pretendía averiguar cuáles eran los efectos del GABA, pero se encontró con el inconveniente de que esta sustancia no podía atravesar la barrera de entrada al cerebro.

El GHB es un precursor en el metabolismo del GABA y tenía la ventaja de que sí podía pasar dicha barrera hematoencefálica. Laborit sólo tuvo que cambiar el grupo amino del GABA por el hidroxilo, para conseguir el GHB y estudiar cómo actuaba.

Se vió entonces que el nuevo compuesto produce efectos que van más allá que los del GABA. Uno de ellos es que el GHB es un potente depresor del Sistema Nervioso Central y su consumo produce una subida temporal de la concentración de la dopamina en el cerebro, haciendo que las personas se sientan mejor y más alertas.

Así, en los años siguientes, el GHB se empezó a utilizar como anestésico; para la terapia de la narcolepsia; para ayudar en el parto (logra dilatar el cuello del útero); y para el tratamiento de la adicción al alcohol y la heroína.

En los años 80, el GHB se podía encontrar fácilmente en las tiendas sin receta médica, y era consumido sobre todo por los culturistas (se descubrió que, tras su consumo, se estimula la hormona de crecimiento).

Nada hacía sospechar sobre la nueva sustancia. Durante 30 años, hasta la entrada de los años 90, todos los estudios sobre el GHB hablaban de sus muchas ventajas y de la ausencia de efectos secundarios. Pero fue a principios de esta década cuando la FDA (EEUU) lo retiró del mercado por seguridad pública. En 1991, dos científicos de California informaron sobre los 10 primeros casos de intoxicación por GHB y denunciaron su "gran potencial como sustancia de abuso".

Los doctores Chin y Kreutzer encontraron que los pacientes entrevistados todos consumidores de GHB experimentaban una agradable excitación, y que muchos de ellos continuaban ingiriendo la sustancia porque les hacía sentirse bien.

Los autores concluyeron que podía ser un peligro para la salud, aunque no tenían pruebas de sus efectos a largo plazo ni de si creaba o no adicción.

Los dos científicos identificaron, así, a los 10 primeros intoxicados por consumo de GHB. Cuatro de ellos no sabían qué dosis habían tomado, otros cuatro lo habían ingerido con otras drogas (generalmente alcohol), y el resto tenía historia médica de epilepsia (que está contraindicada con esta sustancia). "Parte de la gravedad de esta droga", manifestó a EL MUNDO Juan Ignacio Jiménez Frisuelos, presidente de la Unión Española de Asociaciones de Asistencia al Drogodependiente (UNAD), "estriba, precisamente, en que no se puede controlar la cantidad que consumes. Mientras que una pastilla es una pastilla, la dosis de una droga líquida es más difícil de controlar".

El conocimiento sobre los efectos indeseados del GHB se ha ido ampliando. Según el doctor José M. Torrecilla, del Instituto Nacional de Toxicología, "el GHB puede producir alucinaciones, delirio, euforia y efectos anestésicos. Los primeros síntomas pueden consistir en somnolencia, hipotonía, confusión, cefalea y desequilibrio y, posteriormente, evolucionar hacia un coma con alteraciones respiratorias severas por depresión del Sistema Nervioso Central".

Parece que el GHB tiene efectos impredecibles en los seres humanos, y que varían mucho de una persona a otra. Algunos comparan los efectos con beber alcohol. "Te da una subida muy agradable y te sientes un poco alegre", dice uno de sus consumidores. "Y todos tus sentidos se despiertan durante una hora". Algunos dicen que su efecto es parecido a tomar una mezcla de éxtasis y ácido. Otro de los consumidores lo describió de la siguiente forma: "Me sentía como si estuviese en una burbuja, plenamente consciente, pero, sin embargo, mis amigos me aseguraron que estuve inconsciente y vomitando".

Normalmente, el GHB se toma mezclado con agua. Y, cada vez, la dosis, la pureza y la química del cuerpo del consumidor son una combinación distinta. De ahí la variedad de efectos. "Algo que con un gramo y medio normalmente causaría una ligera somnolencia, puede provocar un estado repentino de inconsciencia cuando la dosis es ligeramente mayor", dice William J. Mitchell de la Drug Enforcement Administration (DEA), de EEUU.

A pesar de que el GHB recibe el nombre de éxtasis líquido, no tiene nada que ver con ese nombre. El éxtasis es un derivado de la anfetamina, y el gamma-hidroxibutirato es un componente natural del metabolismo de los mamíferos. La mayor parte de esta droga se vende en la calle y en los clubs, y se hace de forma ilegal en los laboratorios.

El presidente de la UNAD recuerda el único caso de consumo de éxtasis líquido que ha llegado hasta una de las asociaciones: "Comentó que los efectos fueron rapidísimos y muy fuertes. A los tres o cuatro minutos de haber consumido el GHB sintió una auténtica euforia. Reconoció, además, que la percepción de la realidad estaba totalmente distorsionada y que se puso muy violento porque creía que todos estaban en contra suya. Al día siguiente del consumo de la droga fue, al parecer, devastador. Se encontró muy mal".

El verdadero drama

Pero lo más dramático de esta historia es que el GHB que es más barato que el éxtasis se puede obtener muy fácilmente. Su receta está en Internet, y, en España, se puede conseguir en cualquier farmacia. "Existe un fármaco con 150 miligramos de GHB que se receta en pacientes psiquiátricos", aseguró el doctor Paz.

Por otro lado, es una sustancia tan nueva que muy pocas personas están al tanto del peligro que acarrea su consumo. Y, debido a que no tiene color ni olor ni sabor, puede echarse en el vaso de cualquier persona sin que ésta se de cuenta. Algunos de los asiduos de las fiestas raves suelen recurrir a otros fármacos para conseguir efectos similares a los del GHB. Uno de ellos es el Ritalin, un medicamento que se receta para tratar el déficit de atención en los niños. También el Rohypnol (unas pastillas para potenciar el sueño y que se conocen como la píldora del olvido), la Niacina (vitamina B3), y el Triptófano.

"Bajo control"
Del quirofano a la pista de baile


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