La vida secreta de los adolescentes

La vida secreta de los adolescentes

INDEPENDIENTES, REBELDES, IMBUIDOS DEL más estricto espíritu de la contradicción, social y políticamente radicales, consumistas, biológicamente egoístas, lectores impenitentes de metafísica quinceañera, tipo El guardián entre el centeno de Salinger o el Demian de Herman Hesse, descubridores decididos del sexo, empeñados en enfrentarse o, por lo menos diferenciarse claramente, de cualquier adulto que se les ponga enfrente, sobre todo, si el adulto es un padre o una madre, alcohólicos de fin de semana... ¿Tópicos que todavía pueden atribuirse a los adolescentes españoles? Depende. Del estudio, de la fuente, por supuesto, de quien conteste y, sobre todo, de si contestan de uno en uno o estadísticamente agrupados y amparados, porque los adolescentes, más que ningún otro grupo, se relajan en la encuesta anónima y se defienden en la entrevista directa con nombre y apellidos. Por ejemplo, y son datos de un estudio del Plan Nacional sobre Drogas entre estudiantes de 14 18 años, un 22,4% de los entrevistados había tenido alguna vez problemas a causa del consumo de alcohol y un 41% se había emborrachado alguna vez en su vida. O de una encuesta publicada hace dos meses por la Unión Española de Asociaciones de Atención al Drogodependiente: el 40% de los 27.000 toxicómanos que atienden en sus programas comenzó a consumir drogas antes de los 18 años y muchos de ellos cuando aún no habían cumplido los 15. O del último informe del Instituto de la Juventud, el 76% de los menores de 19 años han antenido alguna vez relaciones sexuales y la media de edad de la pérdida de la virginidad es de 17 años y 7 meses.

¿Porcentajes tremendistas? Gonzalo Serrano, catedrático de Psicología Social de la Universidad de Santiago de Compostela intentó poner estos y otros muchos en su justa medida en un estudio publicado hace dos años y titulado Perfil psicosocial de los adolescentes españoles. Entre las conclusiones preocupantes, que la mitad de quienes mantenían relaciones sexuales no utilizara ningún método anticonceptivo o que la mayoría, por no decir casi todos, empleara exclusivamente su tiempo libre en escuchar música y ver la tele. "Manifiestan muy poca preocupación por lo religioso, lo político o lo social. Y, desde luego, no existe el dramatismo con que otras generaciones se enfrentaban al ateísmo o a la pérdida de fe a esta edad. Tampoco quienes se declaran creyentes son necesariamente practicantes o están de acuerdo con la Iglesia católica. Los adolescentes continúan siendo sociales por naturaleza, quiero decir, que pueden parecer contestatarios pero frente a su propio grupo son muy conformistas. Y también en este sentido vemos un cambio considerable. No aparece de una manera tan clara la tradicional confrontación con los padres. Es más, la mayoría cree que la familia es un apoyo importantísimo".

La opinión de Gonzalo Serrano coincide con un estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en el que se preguntaba a adolescentes menores de 17 años si se sentían satisfechos con su familia. Un 97,3% contestaba que sí. En realidad el grado de satisfacción, en general, era sorprendentemente elevado entre un grupo que se supone o se suponía inconformista y contestatario por naturaleza. Casi un 98% estaba encantado con sus amigos, un 92% con la forma en que pasaba el tiempo de ocio y un 95% con su vivienda. La familia y la amistad se consideraban además igualmente importantes, con lo que los entrevistados hacían tambalearse la idea de que los adolescentes valoran sobre todo el tiempo que dedican a los amigos y sobrellevan como pueden el que pasan con los padres.

Estela y María de la O Fernández, gemelas, tienen 15 años, viven en Córdoba y sus padres son importadores de perlas, así que podríamos decir, por situarlas, que pertenecen a una familia de clase media alta y suscriben cada una de las conclusiones del CIS. Tanto que Estela firmaría ahora mismo por no dejar nunca la casa de sus padres y María de la O sólo cuando se case y siempre que pueda pasar allí los fines de semana. Las dos vuelven los sábados antes de las diez y media de la noche, no beben, prefieren pasear o ir al cine antes que ir a un bar o a una discoteca, no sabrían dónde conseguir drogas si quisieran buscarlas y consideran que el momento apropiado para mantener relaciones sexuales es después del matrimonio. La política no les parece un tema propio de su edad y no conocen a nadie que participe en una ONG o esté preocupado por cuestiones relacionadas con la solidaridad.

Estela y María de la O sólo han salido un día por la noche, hasta la una y media, acompañadas por sus padres y mientras esperaban después de una tarde de toros a que El Juli les firmara un autógrafo. Sus horarios tienen poco que ver con los de Yasmina Wohlfart, que vive en Madrid, tiene 16 años, un novio de 22 y además de estudiar 2º de BUP trabaja como modelo desde los trece. Yasmina viaja sola cuando tiene que trabajar, puede volver a casa los sábados a las cuatro de la mañana, y acaba de pasar las primeras vacaciones sin familia y con amigos. "¿Alcohol? Ni mis amigos ni yo solemos beber mucho, vamos a sitios en los que las copas son caras y el presupuesto tampoco da para tanto. Suelo gastarme dos o tres mil pesetas por sábado, intento ahorrar parte del dinero que gano. Desde luego, no saldría con gente que tomara cualquier tipo de drogas, no resulta divertido estar cuidando de alguien durante toda la noche".

Yasmina procura ir al cine una vez a la semana, le gustó especialmente Abre los ojos, de Alejandro Amenábar, y está leyendo La ciudad de la alegría , de Dominique Lapierre. Esquía, monta en bicicleta y aunque no se interesa demasiado por la política se siente más cerca de la derecha que de la izquierda. No tiene reparos en hablar con sus padres de cualquier tema pero considera que el amor y el sexo son cuestiones esencialmente privadas. "Entiendo las relaciones sexuales con alguien a quien quieres y que te quiere ¿que cómo se sabe si una historia con alguien es seria? Se sabe, tienen que pasar unos meses, un año... Notas si hay confianza, si te dedica tiempo o sólo le interesa salir con sus amigos...".

SEXUALIDAD

Félix López es catedrático de Psicología de la Sexualidad en la Universidad de Salamanca, la única cátedra en España sobre este tema, y acaba de publicar un libro que se titula La vida sexual de los adolescentes. Sus conclusiones tienen poco que ver con la prudencia y los reparos de Yasmina. "En los setenta, dice Félix López se accedía a las relaciones sexuales a los 20 o 21 años y muchas veces después del matrimonio. Ahora, ha descendido la edad, la mitad de los adolescentes lo hacen entre los 16 y los 18, pero eso no es lo más significativo, sino que los jóvenes ponen menos condiciones y son más frecuentes y fáciles las relaciones esporádicas. En muchos casos ya no es necesario más que encontrarse en una discoteca y que los dos estén de acuerdo. Muchos chicos nos dicen que no utilizan preservativos, precisamente porque la relación ha sido totalmente inesperada".

Una disponibilidad que según Félix López tiene mucho que ver con el hecho de que las adolescentes hayan dejado de ser las controladoras del sexo. "Tradicionalmente las chicas estaban educadas para decir `no' y los chicos para decir siempre `sí'. Las dos posturas han variado y ahora les toca decidir a los dos en un plano cada vez más igualitario. Eso facilita las cosas, pero no soluciona un problema, el que, todavía, los padres no hablen abiertamente con ellos de estos temas. Entre un 2 y un 5% de chicas adolescentes sufren embarazos no deseados o abortos. Por decirlo de una manera gráfica, les damos las llaves del coche pero no les enseñamos a conducir".

A Eduardo Sosa, que tiene 17 años y vive en A Coruña, le extraña el desconocimiento que, según las estadísticas, tienen los adolescentes de los métodos anticonceptivos y también el lugar común del grupo por encima de todas las cosas. Eduardo estudia 2º de BUP, toca la guitarra en un grupo, juega al baloncesto, no soporta las discotecas, lee a Allan Poe y prefiere el cine independiente a las superproducciones americanas. Es decir, Pablo es un adolescente, más o menos atípico. "Aunque reconozco que son verdad muchas de las cosas que se dicen sobre la gente de mi edad. Veo a muchos chavales de 13 o 14 años bebiendo los fines de semana y en el instituto oyes a compañeros hablando de pillar un gramo de coca para el fin de semana o para una fiesta especial. Pero no estoy de acuerdo en que no sepamos nada sobre política aunque haya gente que se ponga una camiseta del Ché Guevara por pura estética. Yo tengo muy claro que votaría al Bloque Nacionalista Gallego y creo que la mayoría de la gente de mi edad es de izquierdas".

Relativamente. Volviendo al CIS, un 47,5 de los adolescentes cree que, dentro de 20 años, la juventud será más solidaria. O que luchar contra las injusticias es casi tan prioritario como casarse y tener una familia. Un 60% no se encuentra "nada a disgusto" con gente de distinta ideología. Actitudes tolerantes y altruistas, pero que no resguardan, ni mucho menos, a la adolescencia española del conservadurismo. Sólo un 13% considera que vivir juntos sin estar casados es una situación "ideal" y el 66% prima la fidelidad frente a las relaciones sexuales satisfactorias cuando se le pide que señale los factores que contribuyen a la felicidad de una pareja.

INCONFORMISMO

Juan Ignacio Giménez ha trabajado con adolescentes durante casi 20 años. Primero como profesor de instituto y ahora dirigiendo Punto Omega, una asociación que se ocupa de chavales drogodependientes o con problemas de integración escolar. Juan Ignacio cree, primero, que tenemos que desechar la idea de que consumo de drogas y problemas familiares o sociales son factores relacionados. "Aumenta, sobre todo, el consumo de alcohol y de pastillas los fines de semana y no son pautas que tengan que ver necesariamente con el entorno. Ésa es una novedad que tendríamos que tener en cuenta aunque no la más importante. Si en algo han cambiado los adolescentes desde los años 70 hasta ahora es en que han perdido la rebeldía y el inconformismo que les caracterizaba". Y la han perdido también, según un estudio de la agencia de Comunicación DMB&B entre 25.000 jóvenes de toda Europa. Un 33% de los españoles está convencido de que será rico y un 18% de que llegará a convertirse en "alguien famoso", aunque la misma agencia cuestiona su permeabilidad a los mensajes publicitarios. El 90% escucha música diariamente, así que Eva Gutiérrez, directora de cuentas de la agencia Tiempo/ BBDO y responsable de una campaña sobre refrescos que promociona grupos independientes, reconoce que la música es el principal recurso a la hora de planear campañas para adolescentes. "Y además, intentar transmitirles la idea de que pueden conseguir sus ideales". En eso están, un 94% espera encontrar un trabajo que le guste y un 88% pareja, porque como dice María, que tiene 15 años y vive en Bilbao, "no es que lo vayas buscando, pero si te enamoras, qué vas a hacer...".


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