Woody Allen y Charles Chaplin

Woody Allen y Charles Chaplin

Su autoestima y la evidencia de su genio no podía limitarles a prestar su inmensa gracia, su corrosión, su demoledora inteligencia, su ternura, su mala hostia, su visión de las personas, de los sentimientos y de las cosas para recitar los parlamentos e interpretar historias escritas y dirigidas por otra gente, aunque fuera inmensamente competente. Chaplin y Allen poseían su intransferible universo y alcanzaron precozmente la condición de autor total, con la responsabilidad que implica ocuparse de tanto arte a la vez. Bendito arte el suyo. Nos ha regalado la sensación más impagable que existe: la risa. También otras muchas cosas, pero sobre todo la risa.

Los dos se caracterizan por la meticulosidad en su trabajo y el implacable anhelo de perfección. Pueden rechazar meses de trabajo y rehacer completamente su película si no acaba de convencerles lo que han rodado. Escriben sus guiones en soledad y pueden comportase en el plató como un director educado, pero distante y frío ( Allen) o un dictador con frecuentes explosiones de cólera y de crueldad (Chaplin). Igualmente, les unen circunstancias trágicas debido a su transgresión,o sencillamente a hacer lo que les salía de los cojones con su vida privada, facturas salvajes que tuvieron que pagar al puritanismo norteamericano, a la escandalizada opinión pública, a los que siempre desean vengarse del lado humano de los dioses.

A Chaplin intentaron crucificarle por su historia sentimental con una cría, por casarse a los 60 años con la adolescente hija de la gloria nacional Eugene O'Neill, por sus supuestas tendencias rojeras. Tuvo que exiliarse a Europa, abandonar ese Hollywood en el que reinó y al que regaló un montón de obras maestras. Al También sesentón Woody Allen tampoco le perdonarán nunca que se enrollara con la juvenil hija adoptiva de su mujer, de esa comprensiblemente enfurecida Mia Farrow que ha llegado a acusar al neurótico y genial judío del abominable acto de abusar sexualmente de sus propias e indefensas criaturas.

Nunca me ha gustado el lado llorón o didáctico del cine sonoro( Monsieur Verdoux aparte), ni el Allen enfático o exclusivamente trágico(Recuerdos, Interiores).Da igual. Son dos de los más incuestionablemente grandes artistas del siglo.


Entrevista



Nosotros los Alba / Los buenos chicos de la prensa / Gentes / Alejandro Sanz / Entrevista: Woody Allen / Albert Boadella / Cuerpos en danza / Las buenas formas / En forma: sin pistolas / Comer y beber: recetas con literatura / Recetas: Pez limón "for ever" / La buena vida / Nutrición: El zoo vegetal / Naturaleza: El bosque "hayado" / Salud: Antes de tiempo / Almanaque / En pocas palabras: Fernando Morientes / Horóscopo / Adivinación: Bola de cristal / Especial García Lorca / La mirada de Francisco Umbral / Tablón/


TOP LA REVISTA  VOLVER